Kilómetro 0 – Todo es fiesta. Calentás los músculos, lo hacés en forma mesurada, ves que algunos te
observan, consultás una y otra vez el reloj, aún falta, las manos sudan ,
hay aire, hay fuerza, hay deseos.
Hay algo inexplicable e inexpresable.
Hay algo inexplicable e inexpresable.
Kilómetro 2 – Cuando largaste apenas alzabas la
vista, hay que ver donde poner los pies para no tropezarse, ahora vas haciendo
tu espacio, paso a paso.
La gente saluda en las veredas.
La gente saluda en las veredas.
Kilómetro 4 – Has llegado casi a la mitad del
recorrido y te hidratás con sorbos pequeños, no podés beber y correr, otros sí, retomás el trote.
Vaciás sobre tu cabeza la botella de agua.
Vaciás sobre tu cabeza la botella de agua.
Kilómetro 6 - El sol cae vertical y lastima, la boca sabe a esencias del cuerpo.
Lo notás cuando la recorrés con la lengua.
Lo notás cuando la recorrés con la lengua.
Kilómetro 7 - Te han adelantado muchos, no has
sobrepasado a casi nadie, no hay sorpresas en esto. Tienes que convencerte que
el ritmo que has elegido es el que te conviene.
Lo estás.
Lo estás.
Kilómetro 8 – La gente grita y ríe y vos también,
aunque no se note, lo hacés con el pecho inflándose orgulloso de
estar ahí y de haber llegado hasta aquí, te sentís vivo, real.
El aire comienza a faltar.
El aire comienza a faltar.
Kilómetro 9 – A mil metros un dolor agudo envuelve la
planta de tu pie izquierdo, recorre tu pierna y hace que pierdas la sensación
de tu cintura.
Seguís corriendo.
Seguís corriendo.
Kilómetro 10 – Mirás con anhelo buscando la meta, no la
ves, todavía no, una rodilla choca con la otra, los gritos y la música te devuelven fuera de ti y allá está, increíble,
definida, y cierta, todo es fiesta.
Has llegado.
Has llegado.
1 comentario:
una síntesis muy logrda. Carla
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