viernes, 21 de diciembre de 2012

LA CARTA DE ANA

Hace unos años, creo que fue allá por el 2007, descubrí en casa de mis tías una carta. Una prima de España les había escrito. Al leer la carta quedé atrapado por la forma en que Ana se expresaba y también por esa caligrafía que con esfuerzo creaban sus casi noventa años. Pedí prestada la carta, y en un impulso le escribí.

Por supuesto que también lo hice de forma manuscrita sintiendo un placer remoto y casi olvidado: "Escribir una carta a mano y enviarla por correo postal".

Pasó un tiempo que resultó excesivo para el tipo de respuestas vía email a las que estamos hoy tan acostumbrados, pero al cabo de un par de meses llegó su misiva. Así comenzó esta relación epistolar que cuando la recuerdo me emociona. Ana falleció no hace mucho, nos habremos escrito, cinco, seis, siete cartas a lo sumo en esos años. No más. Sin embargo dejó en mi persona un recuerdo imborrable. Mucho más cuando su nieta Mar mientras me decía con un email que Ana había fallecido me contaba que les había pedido apenas unos días antes de morir: "Si me pasa algo por favor avísenle a Daniel".

Por eso escojo como cierre de un año muy bueno en lo personal estas palabras de Ana, a quién me hubiera gustado conocer personalmente.
Cuando lean parte de esta carta que no transcribí totalmente porque contiene cuestiones que son muy personales, quiero que se pregunten si esto no es acaso literatura, aunque Ana solo cuenta lo que le pasa y lo que recuerda cuando era chica, es decir Ana, la realidad, y la ficción, son uno, y se fusionan en la carta que sigue...

Gracias ANA.
Zaragoza Noviembre de 2008



Querido sobrino Daniel:

Recibí tu carta fechada el 31 de Agosto (que llegó a mis manos el 8 de Setiembre). No te pido disculpas por mi retraso, pues la verdad, es que te he dedicado muchas horas de mi poco tiempo libre, como puedes ver por las fotocopias que te adjunto.
Quiero que sepas todo sobre tus bisabuelos…, y sobre la marcha de tu abuelo a la Argentina, que tal vez no sepas y te interese saber.
Me dices que te gusta leer. En eso nos parecemos (aunque ahora, tan vieja, ocupada y torpe para andar, no me cunde el tiempo como antes y me queda poco para la lectura). Antaño leía en la cama a esas horas mágicas en las cuales no hay que hacer comidas ni fregotes, no llama nadie a la puerta, ni suena interrumpiendo el impertinente teléfono… Pero eso era antaño, hoy día todo me cuesta esfuerzo y acabo cansada y dolorida
 ...
Me contó mi abuela que tía Antonieta, cuando era jovencita, mantuvo correspondencia, durante años, con su prometido, un joven Teniente destacado en Africa.

Mientras ella bordaba y bordaba haciendo su ajuar muy de exposición (primorosos bordados a mano, puntillas y encajes adornando lencería, ropa de cama y mesa, en cantidades exagerada, siguiendo la moda de entonces y la costumbre de la montaña).

Por fin un día todo estaba dispuesto para la boda. Se habían celebrado las amonestaciones, reunido los invitados, recibidos los regalos, contratados los músicos, el traje de novia, la comida semi-preparada, engalanada la Iglesia con flores blancas, los anillos, las arras… todo. Solo faltaba el novio.

Este escribía muy contento, decía haber ascendido a Capitán y obtenido mes y medio de permiso (para la boda y posterior luna de miel). Calculando cuanto le costaría cruzar la Península, de Algeciras al Pirineo, anunció su llegada para la víspera de la boda. Se le esperaba con ilusión e impaciencia, pero… no llegó. 
En su lugar se recibió la noticia. Fue una de las víctimas mortales de un choque de trenes. La novia quedó/  imagínate/ Decía haber comprendido que Dios no la quería casada y… prometió seguir soltera.

Asi termina esta historia mientras veo muy cerca la Navidad y aprovecho esta carta para enviaros nuestra felicitación. Os deseo toda clase de prosperidades y salud y amor para disfrutarlas plenamente.
Con todo cariño, tía Ana.

sábado, 8 de diciembre de 2012

ESCRIBO DESDE LA COCINA


Escribo desde la cocina, sobre la mesa de madera que tiene el mismo hueco, esa depresión oscura que una plancha encendida provocara antaño, y escucho el sonido de mi madre yendo, con su piel blanca y pecosa, su paso tibio, su palabra justa y serena, su entusiasmo inquebrantable, su andar titubeante por los años, y esas arrugas que a multitudes caen por los costados de su rostro, que te observa desde la quietud del pasado, que te mira el alma descubriéndote en ella, ella que nunca pregunta, ella que siempre escucha y a lo sumo y sin juzgar te dice ¿qué te pasa Dani?, y entonces volvés a ser pequeño...

Párrafos del relato Bahía Blanca incluido en esta 2da edición de La abuela Luisa, que fuera presentado en la Casa de la Cultura de la Universidad Nacional del Sur (UNS), el 6 de diciembre.

Gracias Delfina Gonzalez Prieto, y producción BAHIA DIRECTO
Canal 9 - Grupo TLF
http://www.youtube.com/watch?v=9MRuRu4WTnk


Gracias Bahía por la calidez de tu recibimiento.
Imagenes de la presentación:
http://www.facebook.com/photo.php?fbid=422134761188817&set=a.422134337855526.95357.100001768915238&type=1&theater

Gracias Liliana Castro Decana del departamento de Matemáticas de la UNS.
Gracias a la Secretaría de Extensión  Universitaria.
Gracias Carlos Quiroga de Radio UNIVERSAL, FM 95.5
Gracias Gustavo Appignanesi y Alejandro Garay por haberme acompañado. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

LA ABUELA LUISA en la Casa de la Cultura de BAHIA BLANCA



   Imagen: Casa de la Cultura de la Universidad Nacional del Sur

Auspicia: Secretaría General de Cultura y Extensión Universitaria.

El jueves 6 de diciembre, a las 18.30, en la Casa de la Cultura de la Universidad Nacional del Sur (avenida Alem 925) será presentado el libro "La abuela Luisa y otros relatos" de Daniel Fuster.
Estará acompañado en la ocasión por el doctor Gustavo Appignanesi y Alejandro Garay, quién estuvo bajo bandera durante el conflicto de 1982 con Gran Bretaña.

Fuster es egresado de la UNS y actualmente reside en Ituzaingó, Buenos Aires.
Por esta obra obtuvo el premio de la Faja de Honor SADE, en la categoría cuento, y recientemente declarada de Interés Municipal y Cultural en la ciudad de Ituzaingó.

Además, el autor ofrecerá un adelanto de su nueva novela "1982 Crónicas de un soldado sin guerra" a editarse el año próximo.

Los espero.


domingo, 25 de noviembre de 2012

LA ABUELA LUISA de Interés MUNICIPAL y CULTURAL

En el recinto del Concejo Deliberante de Ituzaingó, se presentó la 2da Edición de La abuela LUISA y otros relatos. Declarada de Interés Municipal y Cultural por decreto del Honorable Concejo Deliberante.
La apertura fue realizada por el Dr. Jorge Píccoli, Secretario de Cultura y Promoción Social.

El siguiente link, que contiene una reseña, fotos y video refleja la "fiesta" del encuentro.
http://www.lavozdeituzaingo.com/2012/11/24/2214/#more-2214

viernes, 23 de noviembre de 2012

NO PUEDO ESCRIBIR SIN UN LECTOR


dice John Cheever

"No puedo escribir sin un lector. Es precisamente como un beso.
No puedes hacerlo solo"
 






23 de NOVIEMBRE 2012 - Presentación 2da edición LA ABUELA LUISA y otros relatos
18.30 - HCD de Ituzaingó - Mariano Acosta 141.



jueves, 15 de noviembre de 2012

FELIZ CUMPLEAÑOS DANIEL


"Lucho contra la ignorancia de los israelíes y de los palestinos", afirma.

Argentino de nacimiento, de familia judía de origen ruso, naturalizado israelí y español, y con la ciudadanía palestina, el pianista y director utilizó el lenguaje musical para establecer un código común sin ignorar diferencias, conflictos ni asperezas políticas distantes del hecho artístico.

Con una sensibilidad y enfoque que lo convirtieron en el intérprete por excelencia de Richard Wagner, DANIEL BARENBOIM apeló a la música del compositor alemán como uno de los estandartes de su predicamento político por el diálogo en Medio Oriente, y celebra hoy 15 de Noviembre sus 70 años.

Es el director de orquesta del Diván Este-Oeste, formada con músicos procedentes de Israel, países árabes y España, que se ha convertido acaso en el mayor emblema político del universo musical.
 
FELIZ CUMPLEAÑOS MAESTRO

domingo, 4 de noviembre de 2012

Segunda edición LA ABUELA LUISA y otros

Un nuevo grupo de relatos que se suma a los anteriores es la novedad de esta nueva edición. Cinco cuentos que sacuden los afectos, la risa, la intimidad y también el dolor.

martes, 23 de octubre de 2012

MALVINAS, la mirada sumergida

Patricia RATTO habla y cuando lo hace genera un espacio a su alrededor, una especie de hueco del cual no podés salir. Tampoco querés salir, porque cuando Patricia habla, las frases surgen naturales, y cada sustantivo tiene el adjetivo que nos hace comprender el meticuloso trabajo de esta escritora.


Tres años dice a bocajarro como si uno dijera fui a la biblioteca e investigué tal o cual cosa. Tres años de charlas, cafés, insomnios, dudas, sonrisas, silencios, dolor y emociones. Tres años de elaboración que seguramente recorrió con tenacidad y temores, pero también con alegrías y sinsabores. El trabajo del novelista.

Soy novelista insiste cuando tiene que explicar porqué Trasfondo no es Pérez o González como tal vez le cuestionaron sus entrevistados. Pero Trasfondo son ellos.

Patricia no fue convocada bajo bandera en 1982, menos que menos fue tripulación en un submarino, y sin embargo… sin embargo, yo que sí estuve bajo bandera durante el conflicto de Malvinas, puedo decir con certeza que la novela de Patricia refleja con una veracidad que conmueve, lo que sentimos durante ese período de guerra los que sí estuvimos bajo bandera, sea en el mar, tierra o aire, sea en Malvinas o en el Continente.

TRASFONDO una lectura ineludible.
Así comienza la novela:
"Y entonces ese ruido me despierta con un sobresalto, es un rechinar áspero que raspa con rabia contra el casco del barco."
Literatura para disfrutar.


De la Conferencia a cargo de Patricia Ratto (Escritora y docente de literatura)Universidad TORCUATO DI TELLA, Martes 23 de Octubre, 17hs, Aula 203
“Malvinas, La Mirada Sumergida”

Novela: TRASFONDO, 2012 – Adriana Hidalgo Editora
http://www.patriciaratto.com/



domingo, 14 de octubre de 2012

PUERTA

El cielo de esta mañana se parecía a un océano que reclamaba ser nadado, y lo curioso era que no me encontraba en la costa de ninguna playa, tampoco era el borde de un acantilado, yo me encontraba sencillamente en la ciudad.

Estar así era como sentirse al revés de algo, como la certeza de estarlo soñando sin el clásico temor a que un sonido cotidiano y reconocido, me colocara con los pies en la vida.


Me permití así la conquista de aquel mar en aquel trayecto por el sueño, que se descolgaba por mi pensamiento y llegué.
¿No escuchas el remolonear que la cerradura produce ante el contacto de la llave?

¿No ves acaso que estoy intentando abrir la puerta?

jueves, 4 de octubre de 2012

TORMENTA del miércoles 4 de Abril del 2012


Mamá me contó luego, que aquel día cuando salió a buscarme, el ciclón o el tornado, o lo que fuera, rugía a favor de cómo ella caminaba. “Me empujaba“, me dijo, y por momentos le parecía que la elevaba del piso y que no tenía necesidad de caminar para avanzar. Eso me contó mientras los ojos se le iban agrandando con un estupor inusual, que al menos yo no le conocía, porque mámá siempre fue temerosa, pero sus temores tenían que ver con lo cotidiano. La forma de hablar y de mirar, me hizo pensar y comprender, que aquel día tuvo miedo, otro tipo de miedo quizás, no aquel temor que uno imagina sobre aquello que pueda ocurrir, sino un miedo real, visible y palpable, de algo que está ocurriendo.

Continuó diciéndome que pensó en estar volando – literalmente -, pero sin poder evitarlo, que el cielo pasó de un celeste de otoño a uno oscuro y terroso en solo momentos. En el cielo iban cosas. Eso dijo, como si fuera un misterio o una sentencia. Cosas. Una palabra tan simple, tan nada nada, mirándome y hablándome como lo hacía, me asustó. Ramas, hojas, bolsas, una cartera, algún pedazo de chapa, todo envuelto en una cortina espesa de tierra. Sé que estuvo a punto de decirme que había visto volar animales, pero se contuvo. No hizo falta que agregara una palabra más. Me bastó mirarla para advertir la magnitud de la tormenta. Sus estragos. Los que surgían todavía de los ojos de mamá.
Así era el miedo.


lunes, 24 de septiembre de 2012

FARO LITERARIO entrevista a Daniel Fuster



La Revista FARO LITERARIO publica en su último número una entrevista que me realizaron. Esta es la primera página...
para leer el resto hay que conseguirla!

Gracias FARO
Daniel Fuster








FARO LITERARIO
Revista, publicación
de un grupo de jóvenes de Ituzaingó.
Quiero destacar la calidad y diversidad temática
de los temas que aborda relacionados con
la poesía, la narrativa y el arte plástico.

Contactos:
facebook: Faro Literario Revista



martes, 18 de septiembre de 2012

QUERIDA CONSTANCE


20 de Diciembre de 1882
Limoges, Francia


Querida Constance, he recibido la tuya del pasado septiembre y me alegra leerte tan feliz. Desconocida diría. Que contento me ha puesto descubrir que aquella hermana que tanto cuidó de mí sonría de esta forma, con esas frases que solo el amor y la felicidad pueden hacer surgir de la pluma.

Ahí está mi adorada Constance alzándose dichosa sin importarle las consecuencias que la propia dicha puedan acarrearle. Porque mi querida, nosotros sabemos de lo efímera y frágil que puede ésta resultar. Cuántos momentos compartidos en los rincones de aquel desván, cuántos silencios sostenidos ante la realidad que nuestros padres decidieron darnos. Cuántos. Y es por ello que a pesar de la enorme alegría inicial debo interponer a mi pesar unos párrafos que te parecerán sombríos dentro del jardín en el que hoy vives. Pero tú más que nadie sabes que tanta luz y tanto sol agobia a los pétalos de las rosas cuanto más bellas son, necesitan por tanto de alguna sombra en la que poder retozar, en la que reinventar sus aromas y sus colores. Yo seré para ti esa pausa, es decir que daré una sombra lo más delicada posible, que sosiegue el fuego estrepitoso que significa enamorarse, no para enturbiar el momento de dicha sino para que tanta luz no ciegue tu futuro junto al ser del que te has enamorado. Ah Constance, me has llenado de alegría pero también de preocupación.

Por eso querida, deberás perdonarme el haber testado alguna palabra o quizás un párrafo entero, pues contrario a mi cuidado habitual en estos menesteres, la emoción y la urgencia deciden por mí. Dices bien, Grandpapa no te apoyará y la abuela Mary no finge, no te engañes. Ella ve, y desearía que no te enamores de Oscar Wilde. Todos nosotros nos preocupamos por ti en exceso. Me preguntas además si te apoyaré y en esa forma que tienes de ablandarme, veo el fondo violáceo de tus tiernos ojos suplicarme. Acertaste, es cierto, yo lo conozco muy bien a Oscar, hemos compartido situaciones de toda naturaleza, anécdotas divertidas han nutrido nuestra relación. Recuerdo las inolvidables discusiones literarias y de las otras, Oscar, sabrás ya, es un hombre que nunca pareciera detenerse, y su andar va dejando boquiabiertos a la gente que lo rodea, pues la naturalidad con la que encara situaciones que podrían llevar a cualquiera al escándalo, es tan natural que da temor. Uno piensa que Oscar es capaz entonces de cualquier cosa.

Y es por ello dulce Constance que estoy preocupado. Cómo no devolverte al menos en estas líneas apuradas tanto cuidado y amor que me has dado, y porque no decírtelo de una buena vez: tanta maternidad que he recibido de tu persona. Fuiste la única mujer a mi lado hasta que tuve la edad suficiente para partir. Siempre disponible, siempre alegrándome, aunque conocía yo de tus eternas y extensas noches de desvelo. La titilante lucelilla que atravesaba fugazmente por debajo de la puerta de tu alcoba parecía correr por el pasillo hacia mí y penetrar mi descanso, se introducía en mis sueños y mitigaba mis pesadillas. Eras muy valiente y lo sigues siendo, pues te diré que para enamorarte de un hombre así hay que serlo.

Bien bien pequeña Constance, me vas a permitir que hoy te escriba como ese hermano mayor que no fui y que nunca tuviste, pero que seguramente anhelaste. Una vez Oscar me dijo: “Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y en ese mundo que está dentro de nosotros mismos, es donde deberíamos intentar vivir”. No es acaso una reflexión maravillosa y a la vez, no produce una inquietud interna que da miedo. Intentar vivir dentro de nosotros mismos. Cómo me siguen impactando a pesar de los años esas palabras. Tanto que advertirás que la inclinación amistosa de mi escritura se ha ido rigidizando hasta hacerse torpe y vertical. Como si el solo recuerdo del Oscar de Oxford y su magnetismo inquietante me hubiese puesto en alerta. ¿Cierto que lo has notado?

Querida hermana, podría estar escribiendo por horas y talvez por días, te extraño tanto. Pero si esto hiciera, esta misiva no llegaría a tiempo. No te enamores de Oscar Wilde, Constance. Te parecerá cursi esta frase o quizás pienses que se asemeje al título de un libro, pero en realidad creo haber llegado a vislumbrar el fuego que Oscar atesoraba en su interior en aquellos tiempos de holgazanería estudiantil, amábamos los libros y el arte en general y absorbíamos todo lo que nos enseñaban, nos aventurábamos casi inconscientes a la experiencia de aquel libre albedrío. Disfrutábamos de la vida o eso creíamos. Podría decirse que éramos propiamente helénicos emancipados de las rigideces victorianas, nos sentíamos audaces. Y entre todos aquellos estudiantes, Oscar destacaba por su arrojo. Pero no puedo ni debo extenderme más querida. No por este medio tan limitado como es la palabra escrita. Quiero verte. Quiero que me visites. Quiero escuchar el sonido de tu cálida voz mientras observo el violeta de tus ojos. Ven, y hazlo pronto. Sabes bien que no me es posible trasladarme Constance. Si pudiera lo haría sin dudarlo. No permitas que el halo que suele rodear a Oscar anule y neutralice tu cordura, fleche tu candidez, cautive tu inexperiencia en el amor. Por favor Constance, antes de aceptar ese amor tenemos que vernos y conversar.

Te quiere afectuosamente, tu hermano Otho

NOTA: Constance Mary Lloyd, fue la esposa del escritor Oscar Wilde y la madre de sus dos hijos, Cyril y Vyvyan. En 1895, por su ignorancia en el tema, Constance se mostró confundida y consternada cuando Oscar fue juzgado y encarcelado por la acusación de "indecencia grave". Luego del encarcelamiento de Wilde, Constance cambió su apellido y el de sus hijos a "Holland", para manterse al margen del escándalo de Wilde. Nunca se divorciaron.
Carta ficción de Daniel Fuster, que intenta recrear una posible advertencia del hermano de Constance, por haberse enamorado de un hombre brillante pero polémico. La misma surge de la lectura de una novela estupenda de Susana Sisman, "No te enamores de Oscar Wilde", que por supuesto recomiendo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Feliz día CORTAZAR

11 de Setiembre día del Maestro

Poca gente conoce que Julio Cortázar se recibió de maestro en la Escuela Normal Mariano Acosta del barrio Balvanera de la Capital Federal y unos años más tarde de profesor en el mismo lugar. Que ejerció la docencia en las localidades de Bolívar y Chivilcoy de la provincia de Buenos Aires y también en la provincia de Mendoza antes de instalarse definitivamente en Francia.

Por eso este recuerdo y unos párrafos que ilustran al Cortázar de aquella época de estudiante.

“La idea de meterse de noche en la escuela anormal (lo decíamos por jorobar y por otras razones más sólidas) la tuvo Nito, y me acuerdo muy bien que fue en La Perla del Once y tomándonos un cinzano con bitter. Mi primer comentario consistió en decirle que estaba más loco que una gallina, pesealokual -así escribíamos entonces, desortografiando el idioma por algún deseo de venganza que también tendría que ver con la escuela-, Nito siguió con su idea y dale conque la escuela de noche, sería tan macanudo meternos a explorar, pero qué vas a explorar si la tenemos más que manyada, Nito, y, sin embargo, me gustaba la idea, se la discutía por puro pelearlo, lo iba dejando acumular puntos poco a poco.

En algún momento empecé a aflojar con elegancia, porque también a mí la escuela no me parecía tan manyada, aunque lleváramos allí seis años y medio de yugo, cuatro para recibirnos de maestros y casi tres para el profesorado en letras, aguantándonos materias tan increíbles como Sistema Nervioso, Dietética y Literatura Española, esta última la más increíble, porque en el tercer trimestre no habíamos salido ni saldríamos del Conde Lucanor. A lo mejor por eso, por la forma en que perdíamos el tiempo, la escuela nos parecía medio rara a Nito y a mí, nos daba la impresión de faltarle algo que nos hubiera gustado conocer mejor. No sé, creo que también había otra cosa, por lo menos para mí la escuela no era tan normal como pretendía su nombre, sé que Nito pensaba lo mismo y me lo había dicho a la hora de la primera alianza, en los remotos días de un primer año lleno de timidez, cuadernos y compases.”
Extracto del cuento: La escuela de noche
Julio Cortázar

sábado, 1 de septiembre de 2012

MUJER

Te observo
estás cómoda
Ese estarte bajo la lámpara


Seguro que fuiste a pasearte la infancia
¿viste?
Te apagás con los cambios


Cuando la curva de tu espalda recuerda
no te marches
Qué falta nos hace la música

sábado, 25 de agosto de 2012

BORGES, primero un LECTOR

Él se jactaba de ello.

El 24 de Agosto se conmemora el día del Lector, fecha que recuerda el nacimiento de Jorge Francisco Isidoro Luis Borges. Y me parece muy oportuno transcribir una anécdota de la primera biografía que leí de él hace casi treinta años, "BORGES, sus días y su tiempo".
Siempre su palabra cuestionando, alertando, alumbrando, esa ironía con un toque de humor haciéndonos reflexionar.

"Un mediodía de principios de octubre de 1964 llegamos al castillo de Elsinor en Dinamarca, donde Hamlet consumó su tragedia. Él ya no veía pero reconocía las luces, las sombras, la amplitud de los espacios. Hacía frío, lloviznaba. El viaje había sido largo y estábamos ateridos, cansados y hambrientos. Éramos los únicos visitantes del día y el guardián deseaba que entráramos y recorriéramos rápidamente el recinto para cerrar e irse. Sin embargo, Borges se detuvo frente a las puertas y alzando la cabeza, recitó con voz alta, tan alta que el eco devolvía y traía restallantes las palabras, aquella frase dicha por Hamlet en el mismo lugar, antes de enfrentar al fantasma que aterrorizaba a sus amigos: “¿Qué habré de temer? No le doy a mi vida más valor que el de un alfiler. En cuanto a mi alma, ¿qué podrá hacerle? si es inmortal…"


María Esther Vázquez
15 de Junio de 1986



martes, 14 de agosto de 2012

La Abuela LUISA y otros relatos anticipa su SEGUNDA EDICION



FAJA DE HONOR Cuentos año 2010, La Abuela Luisa y otros saldrá en una segunda edición que ya está en curso editorial, debido a que afortunadamente ha sido agotada la primera.

Esta segunda edición corregida y ampliada contiene un nuevo grupo de cuentos denominado “CINCO CUENTOS” con los que intento darle al lector un toque de renovación.
Desde Bahía Blanca donde he nacido sumo a través de “Gaviota” y “Yo hago al mundo” remembranzas del pasado que reclama de alguna forma por haberlo vivido. Pero también desde mi actualidad en Ituzaingó donde resido hace dos décadas, con “Aquella semana”, “Conejo” y “Problemas eran los de antes”.
Cinco cuentos que sacuden los afectos, la risa, la intimidad y también el dolor.

La presentación de esta segunda edición será realizada en el mes de NOVIEMBRE del presente año en la ciudad de ITUZAINGO provincia de Buenos Aires, con la participación de los diferentes ámbitos culturales de la ciudad, y el apoyo de Cultura de la Municipalidad de Ituzaingó.

jueves, 9 de agosto de 2012

A LEÓN WERTH


Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor.
Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Pero tengo otra excusa: esta persona mayor es capaz de comprenderlo todo, incluso los libros para niños.
Tengo una tercera excusa todavía: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Tiene, por consiguiente, una gran necesidad de ser consolada. Si no fueran suficientes todas esas razones, quiero entonces dedicar este libro al niño que fue hace tiempo esta persona mayor.
Todas las personas mayores antes han sido niños. (Pero pocas de ellas lo recuerdan).

Corrijo, por consiguiente, mi dedicatoria:

A LEÓN WERTH, cuando era un niño.

Nota: este es el prólogo de El Principito de Antoine de Saint Exupéry.

DIA DEL NIÑO - 12 de Agosto 2012.

sábado, 28 de julio de 2012

FRENO

El tren finalmente se detuvo, algo parecido al ruido de metal con metal me fue trayendo tu nostalgia. Me quedé esperando como un tonto, pensé que talvez subieras en ese andén. Un quejido de metales me iba ocurriendo y ocupando el cuerpo cuando el tren estaba por detenerse, casi un no, casi un preámbulo de éste que hoy nos pasa. El freno, frená con esto me dije. Y finalmente se detuvo. Por supuesto el que se quedó en su lugar era el tren porque yo me revolvía en el sitio. Las puertas parecieron desinflarse, algunos descendieron a la tarde de un sol mezquino y lejano que me puso en carne viva. Nada. Era tu andén, y la desolación a pueblo abandonado lo marcaba. Un perro vagabundo pasó como una exhalación a refugiarse de las ráfagas del hielo del momento. Nadie. El frío de la puerta pareció que por un momento se rompía y un contorno que quise fuera imperiosamente el tuyo se detuvo y dudó. ¿Entraste? El silbato del guarda se escuchó como si el próximo round tuviera que comenzar.

viernes, 20 de julio de 2012

CARTA DE UNA AMIGA


No me gusta mucho que los emails que recibo sean masivos, sino que tengan una cuota de dedicación. Y si pensás que este es un reclamo por tu email del día del amigo, tenés razón porque lo es. 
En cambio yo sí voy a dedicarte unas palabras exclusivas, porque somos amigos. De esos amigos “posta”. Compartimos a nuestro modo cosas que vienen del corazón sin prejuicios. De a poco hemos forjado una amistad única en su tipo, que ha evolucionado y ha ido cambiando hasta ser lo que hoy es. Y a mí, la verdad, me hace mucho bien tenerte del otro lado como amigo. Cada aporte tuyo a mi vida ha generado muchas cosas en mí, e internamente sé que mi alma es un poco más bella cada vez que se nutre de tus palabras. Hoy las palabras no me surgen espontáneamente. Me está costando un poco escribir. Pero no quería dejar pasar el día sin dedicártelo.
Feliz día amigo.

Nota: publico esta carta íntima y especial recibida en el día de hoy, en homenaje a las amistades únicas en su tipo.

sábado, 7 de julio de 2012

GEORGE SALGADO

Cuando vienen Cristi y mi amigo, jugamos a los superhéroes, mi amigo se disfraza de Linterna Verde, el Cristi del hombre invisible a mí me parece que no es un superhéroe, pero a él le gusta-, y yo de George Salgado, que vendría a ser como Batman pero en la ciudad de Ituzaingó. George Salgado salva de la tala a los árboles y recupera los pichones de zorzales que se caen de los nidos por el viento o por los gatos. George es muy muy alto, no usa capa ni lentes, tampoco un gorro especial y lleva zapatillas Topper negras. Mamá lo conoce porque también va al súper y a la verdulería de la esquina. Adónde vive George Salgado es un misterio. Una vez que andábamos con el Cristi por la placita que está a dos cuadras de casa, al Cristi le pareció verlo salir de una de las casas de una vecina, pero cuando me avisó ya el supuesto George Salgado había dado vuelta a la esquina, corrimos, pero solo pudimos ver a un señor alto pero no tan alto como George Salgado caminar despacio y distraído. Concluimos que ese no podía ser George Salgado, caminaba demasiado parecido al papá de Cristi. Además Cristián me dijo que su papá tenía una campera marrón como ese hombre. Después me dijo que su papá tenía un pantalón negro como ese hombre. Luego agregó que la espalda que habíamos visto se parecía a la de su papá. No, dijo el Cristi, ese señor no podía ser George Salgado de ninguna manera porque se parecía mucho a su papá. ¿Y si era tu papá?, se me ocurrió de pronto. No que va a ser mi pa, me dijo sin pensarlo ni un poquito el Cristi. Hoy es martes, papá trabaja lejos, no vuelve hasta la noche. Pensamos que ese día tampoco íbamos a resolver el misterio de donde vivía George Salgado. Nos olvidamos de George y su misterio por un rato jugando en la plaza, después fuimos a tomar la leche a lo del Cristi porque su casa quedaba más cerca que la mía y teníamos hambre. Nos abrió la puerta el papá de Cristián. Llevaba la campera puesta. Era como la del señor que nos pareció podía ser George Salgado. Hola nos dijo. Ninguno de los dos dijo nada pero ambos le miramos los pantalones. Eran como los del supuesto George Salgado. ¿Qué pasa?, preguntó el papá del Cristi. Nada, hola papá, dijo el Cristi. Hola, dije yo. Pasen dijo y se dirigió a la cocina, lo miramos irse. Luego nos miramos con el Cristi. Él no supo que decir, yo tampoco. Se nos fueron las ganas de tomar la leche. Estaba claro que George Salgado seguiría siendo un misterio para nosotros.

domingo, 17 de junio de 2012

MAMÁ, mil gracias


"MAMÁ, mil gracias. Gracias por no haberme martirizado con maestras particulares ni mandándome a piano ni a esas cosas y por dejarme jugar afuera hasta cualquier hora y por verme llegar embarrado sin empezar a los gritos y por mandarme cartitas con los planos de tesoros escondidos y por leerme un cuento a la noche y por no mostrarme jamás lo desgraciada que eras, y eso que tenías motivos, pues mi viejo se te había muerto cuando acababas de cumplir 38 y ya tenías tres hijos y quedaste en banda. Debe haber cien maneras de convertirse en un escritor. Una sería que tu mamá te lea un cuento a la noche." 

Eduardo Belgrano Rawson -Escritor
La Nación – 15 de Junio 2012


Estos párrafos prestados son una forma diferente para decir: 
"hoy 17 de Junio feliz día del  padre."


jueves, 14 de junio de 2012

HOY ES UN DIA MUY HUMEDO EN BUENOS AIRES

Pedro no sabe qué ocurre, sin embargo sabe que hoy algo ocurre. Es jueves y todo debería ser normal. Es un día de semana que no está en el inicio de la semana y tampoco cerca del fin de semana. Cuando Pedro es llevado al colegio por la mamá cree que ha llovido. Las calles y las veredas están mojadas. Pedro baja en la vereda del colegio y se despide de su mamá. No ha llovido, hay mucha humedad escucha que una señora le dice a otra señora. Ambas mujeres están dejando a sus Pedros en el colegio. Pedro entra por la puerta principal y siente que hoy su mochila pesa más, que hoy sus pasos cuestan más, que hoy las caras de los ordenanzas, las caras de las maestras, las caras de sus compañeros, todas pesan más. Pedro forma en su sector con sus compañeros de grado y aguardan. Los chicos siguen llegando. La chicharra del timbre anuncia que se va a izar la bandera. Pedro ve a su maestra que lo saluda con un gesto. Pedro le devuelve el saludo moviendo su mano. Pedro ve llegar a la directora del colegio por el lateral del patio acompañada de un soldado. El soldado viste su uniforme de soldado. El soldado tendrá calcula Pedro veinte años, no más. Pedro mira sus botines negros lustrados, el uniforme bien planchado. Pedro ve que el soldado lleva una bandera prolijamente doblada entre sus manos. Ambos, la directora y el soldado se detienen a unos metros del mástil.
Hoy no suena la música grabada de la canción habitual de todas las mañanas. Pedro sigue sintiendo que la mañana pesa. Mientras el soldado iza en absoluto silencio la bandera los labios de Pedro se mueven inconscientemente deletreando la canción “alta en el cielo…azul un ala del color del mar… es la bandera de la patria mía… “ . Hoy nadie canta, hoy nadie da explicaciones, hoy la falta de sonidos habituales pesa, hoy es jueves y Pedro piensa que debería ser un jueves normal, pero la humedad que el silencio va dejando cuando todos y cada uno de los allí presentes van retirándose del patio, pesa. Pedro piensa que la humedad pesa.
Pedro siente que hoy es un día muy húmedo en Buenos Aires.

14 de Junio – 30 Aniversario rendición MALVINAS

sábado, 9 de junio de 2012

LA DESAFIANTE SIMPATIA DE BRADBURY


El señor K y su mujer vivían desde hacía ya veinte años a orillas del mar muerto, en la misma casa en que habían vivido sus antepasados, y que giraba y seguía el curso del sol, como una flor, desde hacía diez siglos.  
El señor K y su mujer no eran viejos. Tenían la tez clara, un poco parda, de casi todos los marcianos; los ojos amarillos y rasgados, las voces suaves y musicales.  
En otro tiempo habían pintado cuadros con fuego químico, habían nadado en los canales, cuando corría por ellos el licor verde de las viñas y habían hablado hasta el amanecer, bajo los azules retratos fosforescentes, en la sala de las conversaciones.  
Ahora no eran felices.  



Aquella mañana, la señora K, de pie entre las columnas, escuchaba el hervor de las arenas del desierto, que se fundían en una cera amarilla, y parecían fluir hacia el horizonte. Algo iba a suceder.  
La señora K esperaba.  

1950-CRONICAS MARCIANAS
Ray Bradbury (1920-2012)

martes, 29 de mayo de 2012

AHORA TAMBIEN PEREZ


Si bien no dice nada con palabras, Pedro lo dice con su forma de mirarme cuando desayunamos. Es que hace dos días que el ratón Pérez le ha fallado a Pedro.
Hoy es domingo y me he levantado más temprano de lo que es habitual en mí. Lo preocupante es que ni siquiera tuve que poner el despertador. Pérez me despertó, pero volví a quedarme dormida y ahora sobresaltada y con la sensación de volver a fallarle a Pedro me levanto. Escapo de la cama e intentando ser lo menos torpe que puedo, me acerco de puntillas a su pieza.
Sorpresa: puerta cerrada, y veo una delgada línea de luz decorando el piso frente a mis pies, colándose terminante entre el diente de Pedro y el billete de Pérez. Pienso: Pedro debe estar preguntándose por Pérez. Por momentos quedo detenida –petrificada-, descalza y sintiendo el frío del mosaico sin saber qué hacer, aferrándome al billete de diez pesos de Pérez, pero no vuelvo sobre mis pasos. Decido entrar, y lo hago tal como estoy a la habitación de Pedro. 

La luz del velador deforma y estira las pequeñas siluetas de los soldaditos que Pedro tiene sobre la repisa. Miro a la cama y Pedro parece dormir. Me acerco y percibo su respiración regular, acompasada y apenas visible. Estará fingiendo, estará dormido.
A un lado del velador mi foto con Pedro, del otro y sobre un pedacito de papel el diente.
Cuando estiro la mano escucho: “hola Pérez”. Hola, le digo. Y al siguiente momento, una tristeza suave pero innegable llega.
Antes Papá Noel y los Reyes, ahora también Pérez. 

sábado, 19 de mayo de 2012

CARLOS FUENTES

Inesperadamente esta semana falleció un escritor muy querible, de una trayectoria infinita, una persona que nos regaló literatura a manos sueltas, como esta frase que uso para recordarlo.


Primero hablas y luego escribes y aprendes a distinguir el ritmo del habla cotidiana, en el que circulan los cobres de la vida, y luego te instalas a buscar el oro de la literatura a fin de crear no la realidad, ni siquiera una reproducción de la realidad, que sería una realidad redundante, sino a crear una realidad paralela, que antes no existía.

domingo, 6 de mayo de 2012

YO MIRO

Yo miro además, de mirar, y miro, y cuando yo miro, no miro con ojos, porque hay otra forma, y entonces se puede, ver mejor aquellas, de mirar la espera, de escuchar correr, de hacerte sentir, pasear la mirada, una fresca estancia, la falta de apuro, la premura ausente, la falta de gente, la ausencia que anda, inconsciente y miro, el rostro del día, y sonrío así, mirándote estoy, miro a las personas, marchar a conciencia, mirándose el rostro, sus estares cómodos, las muecas que breves, semejan sonrisas, las miro muy cerca, sin mirar el antes, las miro muy lejos, olvido el después, sin mirar presentes, mirando silencios, sin mirar yo pienso, que leo y te escucho, o a veces sin ver, los tal-veces vienes, dar tu parecer, miro tu contorno, recuerdos de chica, miro tus cachetes, creciste con prisa, miro la añoranza, la mujer que ahora, mirándose atisba, que ríe que llora, que canta y que calla, de quizás mañana, mirando la veo, intenta entusiasmo, acaso la vida, te miró muy pronto, y no te dio tiempo, de advertir aquello, que aún no descubres, que vas presintiendo, correr hacia un lado, correr hacia el otro, escribir de noche, dormir en el día, que cubrir un banco, usar celulares, ya no hay caramelos, ni arena ni baldes, los fantasmas de antes, usaban gomina, sales a la calle, el ruido te ciega, miras la avenida, y no reconoces, las rodillas sucias, buscas moretones, y aquel chocolate, te ven las vidrieras, reflejando un vuelo, de melancolías, observando aquella, mirada indiscreta, que admiran murmuran, que quisieran ser, lo que tú no quieres, o lo que si quieres, el no con el sí, pensalo miralo, con esos tus ojos, que todo cuestionan, cuando yo te miro, rompé de una vez, la tacita el tiempo, desarmá conceptos, tirá por la borda, olvidá el idioma, y definitva, salíte a la calle, y entonces ahora, no ayer no mañana, en este momento, mirá de una vez.

miércoles, 28 de marzo de 2012

1982 CRONICAS... 2 de abril, de la Novela de Daniel FUSTER

Sonó el timbre del portero eléctrico. Traigo una carta del ejército. Yo estaba durmiendo hasta hacía unos momentos y mientras pulsaba el botón de abrir, sentí cierta naturalidad en lo que estaba ocurriendo, mis pensamientos comenzaron a movilizarse más rápido que las acciones que mi cuerpo ejecutaba.


COMUNICADO DEL ESTADO MAYOR CONJUNTO Nº 1
2 de abril de 1982

La Junta Militar como Órgano Supremo del Estado comunica al pueblo de la Nación Argentina que hoy, a las 07:00 horas, la República por intermedio de sus FF.AA., mediante la concreción exitosa de una Operación Conjunta, ha recuperado las ISLAS MALVINAS y SANDWICH DEL SUR para el patrimonio nacional.
Se ha asegurado de esta manera, el ejercicio de la soberanía argentina sobre todo el territorio de las mencionadas islas y los espacios marítimos y aéreos correspondientes.


Aún no habíamos partido y permanecíamos en el cuartel del batallón de Intendencia 181 siendo todavía, aunque más no fuera, solo un poquito civiles, apenas un resabio de pelos largos. Que comenzamos a dejar de serlo cuando nos repartieron las bolsitas transparentes en las que fuimos depositando meticulosos nuestras pertenencias, dejando y acaso olvidando nuestra identidad. Nos estábamos introduciendo en un terreno fangoso y desconocido, donde el anonimato de con quién estábamos, de quién nos mandaba y dirigía, y hacia dónde y con quién lucharíamos eran eso: anónimos. Y nosotros, comenzamos a partir de ese momento a formar parte y objeto de una enorme manía que la sociedad vitoreaba y ensalzaba a nuestro paso mientras los vehículos de todo tipo nos arrastraban de manera continua e inevitable hacia el Sur. Perdimos el nombre de pila para ser denominados Soldados.

sábado, 24 de marzo de 2012

1982 CRONICAS... MEMORIA, de la Novela de Daniel FUSTER


La impotencia resultaba un horizonte árido y reverberaba durante todas las horas del día y todos los días, y solo cuando dormíamos o dormitábamos, aburridos y hastiados por la falta de una actividad concreta, aquella desaparecía sepultada por gratos recuerdos, algunas pesadillas y los anhelos de la vida que habíamos dejado. 

sábado, 17 de marzo de 2012

1982 CRONICAS... del tramo inicial de la Novela de Daniel FUSTER

Ilustración: Agustina Fuster
Pensó en las hojas de otoño a punto de comenzar a caer.
Una formación de camiones del ejército y varios colectivos de larga distancia circulaban a paso de hombre.
Los soldados se asomaban por las ventanillas. Son más jóvenes de lo que pensé se decía Cristina mientras avanzaba.
Las manos, los brazos, y los rostros de los soldados recibían cosas. Recibían caricias. Recibían afecto sin comprender. Qué importaba.
Volvió casi corriendo y recogió la caja que entregó a uno de los camiones.
Pensó que la mejor recompensa por ese acto era justamente eso, haberlo hecho.

 “Tengo tres hijos varones de nueve, siete y cuatro años, pero me imagino y me pongo en el lugar de las madres que, de este lado del océano, tienen la incertidumbre de la espera. Por eso, en nombre de todas, les hago llegar este sentimiento. Suerte y fe. Una madre santafesina".

Que llegue anheló la mujer. Que llegue volvió a pensar y retornó a su casa. La esquela en un sobre, y en medio de los demás objetos: comida, chocolates y algún abrigo, llegó.
Edición estimada Junio 2012

martes, 13 de marzo de 2012

1982 CRONICAS DE UN SOLDADO SIN GUERRA

Ilustración: Agustina Fuster


NOVELA de Daniel FUSTER
(edición estimada junio 2012)

Descripción: un soldado que no combatió nos acerca su voz desde aquellos días.
La novela de unas doscientas páginas está estructurada en dos tiempos. El tiempo del soldado y el tiempo actual cuando repasa su vida en aquel tiempo.
Las cartas recibidas de personas anónimas (argentinos que escribían a cualquier soldado) y las cartas que Diego (el protagonista) recibe extemporáneamente de su familia van nutriendo y cosiendo el relato hasta que regresa.
Cristina (una madre) inicia el relato con una carta y una caja que envía como donativo, y Cristina la termina cuando después de veinticinco años recibe copia de aquella carta escrita en 1982.

lunes, 5 de marzo de 2012

TE ACORDÁS DE LUCY


No acuses a mi corazón tan maltrecho y ajado,
que está cerrado por derribo.
Joaquín Sabina


-Te acordás de Lucy, hoy es su cumpleaños, le dije a Paco que me miró con esos ojitos oscuros de aceituna negra y rasposos de no haberse afeitado. Y como pareció que no me comprendía continué:
-Acabo de descubrir que Lucy eran mis ganas y el deseo de, era ese querer estar en la noche, y darme cuenta de que seguía siendo de día, y a una cuadra o quizás ni siquiera a esa distancia dentro de un barrio, de una calle apenas iluminada, de una avenida importante que se oye bulliciosa y destella y que tiene el estrépito del yendo a trabajar y proclama ansiedades, por llegar quizás tarde o aquel compromiso pendiente del día anterior que no quisimos o no alcanzamos a, nada, nada y todo ocurría allá con Lucy, tan lejana en el tiempo como tan cercana en la longitud de un verso, de una voz, de una calle, y deseos de que no, pero sí, y así es el recuerdo que tengo de Lucy, confuso, interrumpido, anhelante, inquieto e incoherente. ¿Tranquilo? No, tranquilo no es.

El lugar tiene un piso de mosaicos grises y manchitas blancas, las paredes están revestidas con fórmica de un verde olvidado, el cielorraso de vainillas escatima brillo y luz, la absorbe en aquella sed de hombre seco por el tiempo de las cosas no realizadas, de pasiones que se quedaron en los papeles y en las charlas, éste es un lugar largo, profundo, inacabable e inabarcable y distinto del mundo que afuera, que allá en la avenida va a velocidad de sobresaltos.

Paco va y viene, y en realidad no sé como se llama, yo decidí llamarlo así cuando lo escuché preguntarme que me apetecía, cuando se presentó con aquella enorme jarra de café y otra todavía más grande de leche humeándole los ojos de aceituna y me preguntó como si fuera mi abuela, “ ¿Hasta dónde?”, y antes de eso Paco ya me había escandalizado con su tradicional asadera para horno rebosante de facturas y casi gritándome me dijo: “¡Escoge tú!”, a lo que tímidamente pregunté: “¿Cuántas?” y me fusiló con esta frase: “¡Pues las que te entren hombre!” y por si acaso le agregó el ¡Coño!

Paco atiende las mesas y conversa, pero también Paco asiste detrás de la barra, lava las tazas y los platos, le sonríe a las caras de preocupación de los clientes, cobra detrás de la caja y de vuelto te llevás su moraleja de café.
Vuelvo sobre el piso de mosaicos que se mantiene en inmejorables condiciones y me parece ver casi la sombra de las huellas de sus mocasines, veo a un Paco sobre ellos, lo escucho, es un Paco menos plateado y firme de músculos que dice:”Qué se le ofrece”. En lo de Paco no había teléfonos, tampoco cortinas y el televisor hacía años que había dejado de funcionar.
La primera vez que vine por este lugar y pregunté cuánto salía un café con leche y medialunas, Paco me miró la ansiedad y me dijo: ”¡Servíte!” por única respuesta, ofreciéndome un aconcagua de facturas y masitas, sin dejar  espacio para otras preguntas. Y así fue como empezamos a hacernos  con Paco de una relación en la que el giro de las frases nos rompía en pedazos la rutina, y parecíamos jugar un partido de truco o de mus, casi un duelo, para ver surgir las sutilezas saladas de la vida, reptando por las ironías y las moralejas y reírnos de nuestras penas. Y Paco remataba un ¡Joder!, cuando yo mencionaba a Heródoto y le decía: “La felicidad humana nunca es duradera”.

Hoy que no me siento con el deseo de comerme las facturas que el Paco de firme musculatura ha separado para mí, le he pedido llevármelas y mientras él va a por el envoltorio, yo observo las sillas y las mesas que sólidamente parecen comprenderme cubiertas de horizontes llagados por antebrazos y ojos frágiles como el agua, y mientras aguardo, él circula entre las mesas, pero no viene hacia mí, vuelve a la cocina, y escucho el agua escurriéndose en el entrechocar de losas que viven en ella, y con todas las falanges ocupadísimas en los versos que escribo y el siseo del gallego,  imagino a Paco una vez más y logro sonreírle a mí mismo, y puedo ahora con ese impulso de servíte y asaderas rebosando facturas, retornar a la vida de Lucy.

-Te acordás de Lucy, hoy es su cumpleaños, vuelvo a escucharme diciéndoselo a Paco, cuando me imagino llegar.