Yo miro además, de mirar, y miro, y cuando yo miro, no miro con ojos, porque hay otra forma, y entonces se puede, ver mejor aquellas, de mirar la espera, de escuchar correr, de hacerte sentir, pasear la mirada, una fresca estancia, la falta de apuro, la premura ausente, la falta de gente, la ausencia que anda, inconsciente y miro, el rostro del día, y sonrío así, mirándote estoy, miro a las personas, marchar a conciencia, mirándose el rostro, sus estares cómodos, las muecas que breves, semejan sonrisas, las miro muy cerca, sin mirar el antes, las miro muy lejos, olvido el después, sin mirar presentes, mirando silencios, sin mirar yo pienso, que leo y te escucho, o a veces sin ver, los tal-veces vienes, dar tu parecer, miro tu contorno, recuerdos de chica, miro tus cachetes, creciste con prisa, miro la añoranza, la mujer que ahora, mirándose atisba, que ríe que llora, que canta y que calla, de quizás mañana, mirando la veo, intenta entusiasmo, acaso la vida, te miró muy pronto, y no te dio tiempo, de advertir aquello, que aún no descubres, que vas presintiendo, correr hacia un lado, correr hacia el otro, escribir de noche, dormir en el día, que cubrir un banco, usar celulares, ya no hay caramelos, ni arena ni baldes, los fantasmas de antes, usaban gomina, sales a la calle, el ruido te ciega, miras la avenida, y no reconoces, las rodillas sucias, buscas moretones, y aquel chocolate, te ven las vidrieras, reflejando un vuelo, de melancolías, observando aquella, mirada indiscreta, que admiran murmuran, que quisieran ser, lo que tú no quieres, o lo que si quieres, el no con el sí, pensalo miralo, con esos tus ojos, que todo cuestionan, cuando yo te miro, rompé de una vez, la tacita el tiempo, desarmá conceptos, tirá por la borda, olvidá el idioma, y definitva, salíte a la calle, y entonces ahora, no ayer no mañana, en este momento, mirá de una vez.