sábado, 18 de junio de 2011

Mañana: ALBERTO

Despertar en aquellos veranos aguardándonos el olor del pan recién horneado. Y que habías ido a recoger tan temprano.
Organizar con premura partir luego del desayuno arrastrando bolsos, sombrilla y esterillas. Sentir tu apuro.
Correr porque el día avanzaba y se había puesto tibio.
Pisar aquellos arenales. Pasión.
Hundir en las olas del océano el cuerpo ansioso.


Playas de otro tiempo.
Playas de Alberto y de nostalgias.
Playas del sombrero que usabas estudiadamente ladeado y de tu cuerpo bronceado.
Playas, mirada y juego de ojos grises sonriendo desde las escolleras. Graffitis. Playas. Y por supuesto mucha vida.
Toda la vida por delante.



Feliz día ALBERTO