La impotencia resultaba un horizonte árido y reverberaba durante todas las horas del día y todos los días, y solo cuando dormíamos o dormitábamos, aburridos y hastiados por la falta de una actividad concreta, aquella desaparecía sepultada por gratos recuerdos, algunas pesadillas y los anhelos de la vida que habíamos dejado.
imagen: salida al mar. Piedrabuena, S.Cruz - Argentina