viernes, 11 de octubre de 2013

KOHAN EN ACCION

Por Daniel Fuster

Lo primero que se siente cuando uno ve a Martín de cerca es la energía que despiden sus ojos, luego cuando comience a hablar va a ser difícil detenerlo, pero lo que dirá no tendrá desperdicio.
Martín (ex alumno del Colegio Nacional Buenos Aires) debe haber sido inquieto y desobediente, el afán de María José (Eyras) de intentar poner cierto orden durante el desarrollo de la charla es una batalla perdida, porque Martín tiene tanto para decir –y lo dice -, que el mundo a su alrededor (nosotros) y las consecuencias que esto puede traer no importan.


No comienzo a escribir hasta que la novela no se ha consolidado en mi mente, pero cuando lo hago comienzo a despejar de mi entorno los compromisos, la familia, los amigos, las amantes y no me detengo. Dice que escribe todo a mano por el placer físico que le produce. No hay como tachar y ver lo tachado, esa corrección es muy diferente de una corrección en la computadora.  No puedo escribir en casa, necesito de los bares y de los cafés. Tips de un Kohan que nunca se detiene. 
¿Este tipo respira?

Sentado cerca de mí hay una persona plena de entusiasmo por lo que hace, un cuaderno Gloria o quizás sea Rivadavia, al que casi no le quedan hojas en blanco lo acompaña, viste una remera celeste deportiva y es fanático de Boca Juniors.
Cuando comienzo a escribir, lo hago con la sensación de estar en terapia intensiva, nos dice. Martín habla, habla, y habla.
Para mí la literatura es CONCIENCIA DE FORMA, y vuelve posible lo que es imposible.


Martín Kohan Premio Herralde 2007, por su novela Ciencias Morales.
Espacio de lectura y análisis de textos que dirige María José Eyras

10 de Octubre 2013, en Moreno 590 – Asociación Ex alumnos CNBA- CABA

1 comentario:

Anónimo dijo...

conozco la forma en que se expresa Martín, excelente reseña. Sil